El Sábado Santo es un día de oración junto a la tumba, esperando la Resurrección.
Es día de reflexión y silencio.
Es la preparación para la celebración de la Vigilia Pascual.
Invoquemos a la Santísima Virgen del Huerto, como Madre modelo y mediadora y junto a ella, digamos : "El Señor es mi Luz y mi Salvación, a quién temeré?"